Las plazas Explanada y Miranda de Maó se quedan pequeñas para acoger la manifestación del 14-N
Diari Es Menorca |Fela Saborit | Maó 15/11/2012
Unidad. No solo de organizaciones, sino también de personas de diferentes edades y colectivos afectados por años de crisis y de recortes. - Gemma Andreu
Más de diez mil personas según los sindicatos y entre 7.000 y 7.500 según la Policía Local (el recuento oficial de la Delegación del Gobierno en Balears es de 1.500) salieron ayer a la calle en Maó para decir basta a las políticas de recortes de los gobiernos europeo, central y autonómico y, si no pudieron hacer huelga -de resultado desigual según los sectores público o privado-, al menos sí dejar claro su hartazgo y participar en la mayor movilización sindical y laboral que se recuerda en la historia democrática de Menorca.
Más allá del habitual baile de cifras, según las faciliten los convocantes o las fuerzas de seguridad, anoche la marea humana que salió de la Explanada de Maó hizo que la Plaza Miranda se quedara pequeña y que los últimos grupos de manifestantes se arremolinaran en la calle de acceso y en la Plaza del Príncipe, ya que no quedaba espacio para ellos.
Parados; empleados públicos y de la empresa privada unidos por los recortes salariales, la precariedad y la incertidumbre laboral; hipotecados; estudiantes; pensionistas. Ayer no hubo diferencias de edad. El paro y los sucesivos ajustes han dado motivos para que muchas personas se unan a una movilización que hasta ahora les era ajena.
Así lo destacó el secretario general de Comisión Obreras (CCOO), Ramon Carreras, en su intervención, al señalar que la movilización “no es de las organizaciones sino de todos, del pueblo”, al tiempo que remarcó que ayer se convocó “la primera huelga unitaria de todo el sur de Europa y no será la última si no rectifican, porque con sus políticas están llevando a la gente a la desesperanza”.
También el secretario general de UGT, Servando Pereira, fue duro al recordar las dificultades que atraviesan las familias y afirmar, rotundo, “nos importan una mierda la prima de riesgo y el déficit, la gente quiere trabajar, comer y tener su casa”.
Dirigentes del PSOE, de Esquerra de Menorca (EM-IU) y de la izquierda nacionalista apoyaron la protesta y participaron en la manifestación, que hizo del Partido Popular y la banca el blanco de sus críticas y de consignas como “esto nos pasa por un Gobierno facha”, “el próximo parado que sea Mariano” o “queremos una educación pública, de calidad y en catalán”.
Los sindicalistas de las organizaciones mayoritarias José Reyes, Margot Sastre, Ramon Carreras, Servando Pereira, Maria Camps, Paco Rejas y Marga García se situaron a la cabeza de una manifestación cuyo objetivo era reclamar la convocatoria de un referéndum para que la población decida sobre las políticas de recortes. Sindicatos de clase y sectoriales, como los de educación, sanidad y policía, se sumaron a la marcha, en la que tuvo también un protagonismo especial la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Menorca.
Miles de personas guardaron un respetuoso minuto de silencio por las dos personas que se han suicidado cuando iban a ser desahuciadas de sus casas al no poder pagar los préstamos hipotecarios. Solo un grito, “los han matado”, rompió el momento, aunque con la aprobación de la mayoría.
Un histórico de la izquierda menorquina, Antonio Casero, dio voz a la Plataforma y denunció que los gobiernos “sirvan a los bancos en vez de a los ciudadanos”, que las entidades financieras “intenten beneficiarse de la desgracia” y “acosen a las víctimas” de la crisis, y que “las administraciones locales sean cómplices” de esta situación. Por su parte, Maria Camps, portavoz del STEI, aseguró que ayer las aulas quedaron “paralizadas” en el sector público porque la educación ve el futuro muy difícil. “Este Gobierno cree en la oligarquía y en una masa sumisa”, afirmó.
No hubo anoche entrega de ningún comunicado en la Dirección Insular del Gobierno porque, ironizó el dirigente de CCOO, “Juaneda está imputado”. Tampoco fue esa la única alusión a los casos de corrupción que se investigan.
En la marcha, algunos carteles mostraban fotos de Iñaki Urdangarín, Jaume Matas y Rodrigo Rato bajo el lema “contra la banca y la corrupción” y otros reclamaban la nacionalización de los bancos. Todo en un clima pacífico, sin altercados de ningún tipo, y con la marcha controlada por efectivos de las policías Local y Nacional.
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